Desde muy joven, la ilusión de servir y crear momentos inolvidables encendió un sueño: abrir un espacio mágico, acogedor y lleno de vida. Ese anhelo me llevó a abrazar la hotelería como carrera, donde aprendí que el verdadero arte de este oficio es brindar experiencias únicas.
Tras años de recorrer el camino de la hospitalidad, el corazón me guió a dar forma a un proyecto muy especial. Así nació, en febrero de 2024, Quinta Vacacional Estancia Esperanza, un refugio en Yunguilla, su nombre honra a un ser querido, pilar y fuente de inspiración.
Hoy, cada rincón de Estancia Esperanza guarda la esencia de ese sueño: servir con pasión, abrir las puertas a la naturaleza y regalar instantes que se convierten en recuerdos eternos.


























